Tengo dos grandes ideas para salvar el mundo,
y todas incluyen la violencia natural.
Planear el asesinato de medio planeta
decidiendo ahogarles a todos en un tanque de café,
o matándolos del susto al enseñarles que el amor por el que luchan vive bajo tierra y no tiene pensado dejarse ver.
Porque no existe.
Nadie escucha si no tienes una historia conmovedora que contar,
y yo no la tengo,
pero puedo inventármela y pediros que me creais.
Mi madre solía decirme que enredarse con la causa era perder la solución adecuada,
y acabar encontrando una mucho mejor.
Que si aceptabas el problema ser derrotado sabía más dulce
y hasta podía hacerte sonreír.
"Una herida es una revolución y un mecanismo de defensa."
Por ello cuando cumplí 14 años,
quise arrancarme el corazón del pecho por primera vez,
porque odiaba sentirlo.
Rota en cachitos,
de verdad pensaba que la restauración de mi templo no sería suficiente,
que ya era tierra profanada sin sentido de ser.
No volvería a dejar que entrase nadie a refugiarse entre mis costillas...
Mentira.