Esta noche he venido a romperme,
a dejarme curar por unas manos
distintas de las de ayer y
diferentes de las de mañana...
¿Hasta cuántas veces puede reabrirse una cicatriz?
Si volviese a verte
quizá pudiese asentar la base de nuevo
en uno de los vértices de tu pupila triangular.
También podría
dejarme mojar por la lluvia,
y esta vez,
no sentir el escozor en el vientre,
en el pecho,
en la yema de los dedos
y en el lóbulo de mi oreja izquierda que tan tuyo hiciste.
Firma aquí.
Es un contrato permanente
en el que juras no volver a meterte
en mis sueños cada madrugada.
Hoy volveré al mar,
tiraré la primera piedra,
y de veras que será la última vez
que piense en ti.
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