Querido Martes 13, querida mala suerte, querido tu:

Decía mi abuela que uno no puede escribir sin desnudarse, ni amar sin desnudarse, pero que hay gente que aún desnudándose es incapaz de las dos cosas.Y creo que esto siempre me recordó un poco a ti, a nosotros. ¿Supimos desnudarnos alguna vez? Dejando al margen aquellas veces que nos perdimos entre sábanas, gritos y después silencio ¿ Supimos?

Se que si pudiese hablar contigo una vez mas te lo preguntaría , y tu entrecerrarías los ojos de confusión un momento, para echarte a reír un segundo después y decirme "por esto te quiero, Maga." Y entones me burlaría de nuevo de tu obsesión por Rayuela, y acabaríamos como al principio de todo, tu dentro de mi, los dos fuera de si y la ventana abierta. 

Hoy escribo por si me leyeses, y te hablo de cuerpos que se arrancan la ropa y creen saberlo todo el uno de otro. Te hablo de treces ( que parece ser nuestro número de caos) y te recuerdo ese domingo en el que creo que por fin te vi. Tu llorabas en mi regazo y dijiste ese "jamás le había contado esto a nadie" que fueron las últimas palabras pronunciadas esa noche.

En resumidas cuentas vengo a decirte que hoy tengo mono de verte otra vez desnudo y que se que me echas de menos. Que cuando entras en el pub y la chica de al lado huele a Chanel, no puedes evitar acordarte de mi, y eso que yo jamás usé perfume.

Nadie te verá como yo te he visto y no quiero que nadie me vea nunca como tu lo hiciste.