Hay dos sitios favoritos
por cada pie que meto en el charco
y calo hasta congelar los dedos.
Si me preguntasen por el primero
siempre diré que fue el último en el que estuvimos,
tras la espera de esperar esperando,
y donde me vuelvo a repetir.
Pausa.
Punto y cama.
La cualquiera que fue a tumbarse en donde no se sentía tal,
por miedo a ser recordada como su olvido.
Y
c
  a
   e
    r
Por sexta vez en seis catástrofes distintas.
Por eso  se hace a sí misma en la maleta,
junto a una pluma rota,
y la flor que nunca muere.
Embarcándose arrepentida en un avión
(sin ticket de ida)
pero con el de la vuelta de los cobardes duplicado.
"Para siempre..."
Aún se susurra palabras de aliento
cuando el vértigo se le enreda al pelo,
recordándola lo mucho de lo que es capaz
y lo poco que hace para conseguirlo.

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