Siete veces veintisiete por cada día de la semana que pasa.
La silla de la habitación está a punto de romperse de rígida,
de poco peso,
de falta de ti.
"Por supuesto que se en que me estoy metiendo"
Y si dudo te miro de perfil;
llorar con una película de disney
y follar como disney nunca nos enseñó en ninguna de ellas.
Voy a pedir cita para que me diagnostiquen un nuevo trauma,
de la mano con otra obsesión...
Deja de reirte que me muero de vida.
Cuidado, que se te está olvidando respirar y no tengo ninguna intención de recordarte como se hacía. Que bonito cuando aceleras, y te pierdes, y te pasas de frenada y entonces colapso. Explotan mis paredes,
mancho todo de ruido y se quejan los vecinos.
Te quiero del revés porque se supone que al derechas no funciona.
Me revelo a tu favor, creo en la lucha armada, y sacas mi yo más rojo.
Pero no me basta.
Si no tengo suficiente ni mereciéndolo,
tú siempre serás ese mucho que me sabe a poco después de cada portazo.
Hasta se me quitan las ganas de arrancarme las uñas,
queriendo en cambio afilarlas y convertir, por una vez, el dolor en algo de lo que no huyes.
Quiero quedarme para siempre en este sitio donde no necesito correr,
ni luchar por la supervivencia,
ni nadar en contra de mareas...
Me tumbo y creo q puedo oír el mundo,
guardo silencio,
hay mucha mierda escondida en tu pecho
y la quiero toda mía.
¿Quién dijo miedo?

Comentarios

Entradas populares