Lengua pálida y rostro afilado.
Me has apagado la luz con los dientes,
pero adelante,
sonríe.
Que nadie nos está esperando en el portal,
nadie quiere volver a vernos.
Nos han desterrado de nuestro propio lugar
y hemos re-inventado otro distinto.
Los invencibles también se rindieron cuando el corazón se proclamó roto.
Yo sin embargo aún nos quiero.
En
c
a
c
h
i
t
o
s
y a sorbitos.
Chupitos en cadena y no parar hasta supurar estrellas derretidas, algo de cansancio y valor repentino.
Vamos a matarnos y a quitarles la razón a lo que no creen en la inmortalidad... Siempre llevando la contraria,
y hasta que la vida nos separe.

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