Al estilo de los que viven y no les importa no he contestado al teléfono ni una sola vez en toda la tarde, y me congelo de fiebre, enserio, de verdad, de la que se mide con termómetro.
A escondidas he salido a la terraza y he descorchado el champagne de la cena antes de tiempo, una copa a solas, y chin chin porque sigo echando de menos lo de siempre pero físicamente por aquí no falta nadie.
Un día de hace mucho dijiste: "Feliz Navidad" y no he vuelto a creérmelo de nadie más desde entonces.
Beberos hasta los restos de cortesía de las copas, molestad a los vecinos (que hoy está justificado), demostrad algo de hipocresía que poca nunca es mala y amad mucho,
o por lo menos fingid que lo hacéis.
Este año no me toca el Niño de la suerte,
tú ya no llamas.

Comentarios

Entradas populares