En noviembre se me suelen caer las llaves al río,
tardo siete siglos en recorrer la terminal dos,
acepto que quien venga se irá.

En noviembre bebo a morro de botellas con nombres y apellidos y pecados,
tiro de la cadena para que se esfume toda tu mierda,
me considero tiempo parcialista.

En noviembre me juego el futuro en cuatro preguntas de diez puntos,
y alguien que se parece a ti me talla en los tímpanos de su templo.

En noviembre y con razón le lloro a la lluvia por complejo a competir,
vuelvo a entrar en casa porque fue mala idea salir,
y cuento hasta diez y medio para darte un poco más de tiempo.

En noviembre se murió mi parte más sensible,
la sensata ingresó por loca,
y mis hormonas aún lo flipan cuando te ven sonreír.

En noviembre, en el día doce de apocalipsis, me leyeron la vida y no salías.

Un noviembre me desconocí en el espejo y no supe a quien echarle la culpa.

En noviembre me detengo a caminar más deprisa,
huelo las castañas antes de asadas,
se que se avecina tormenta.

En noviembre cometí un grado tres de asesinato y quien me duele todavía no me perdona,
aún quiero decir 'lo siento'.

En noviembre me merezco todo lo que me de la gana,
pero todo no quiere merecerme,
y todo se colapsó porque me olvidé de como se llamaba.

En noviembre olvido revisar las cuentas,
deber a quien me debe,
proclamarme y avisar de bancarrota.

Hay ratos,
también en noviembre,
que no tengo ni puta idea de donde esconder el rojo de los ojos
y mi cara grita 'aquí no'.

En noviembre se que he fracasado como amante de mi misma y como hipócrita.
Me pone la piromanía porque me das más calor si te quemo.

En noviembre hubo alguien que me enseñó a mentir,
y sigo hoy sin ser creíble.

En noviembre le hice el amor tres veces seguidas a alguien que no quería,
escupí a quien me quería,
el que me quería me dejó ir.

En noviembre salté al precipicio al cruzarme contigo.

-hola, ¿cómo estás?
      -bien, ¿te hacen unas cerves?