Quieta,
donde Madrid pueda verme y no llorar por sogas al cuello.
Que es todo una broma de gusto extraño que gasto a mis fantasmas y de la que siempre eres efecto colateral,
o recuerdo borroso,
o el tema amargo de un quinceañero.
No sé si hay algo con más pasión que una vida sin ti buscándote,
jugando a tus cartas y picando en tus anzuelos.
Madrid dice que le gustaría ser como yo,
corrompida pero orgullosa. Loba de noche pero también de día,
dueña de lo que me quitaron tiempo atrás y eterna en el sentido de que sigo viva después de morir de risa.
A ti y a Madrid os gustaría cegaros con farolas,
bañaros en Cibeles,
beberos el agua del estanque de Retiro,
atracar Serrano.
Una pérdida de control absoluto y soledad comedida,
saliendo de mi salón las mejores ideas y las más absurdas locuras
(como siempre que no estás).
Madrid dicen que es verso de cantante y poeta obsesionado,
pero hay que vomitar unas cuantas veces por sus calles para entender que la belleza de ella
está en lo más roto de nosotros.

Comentarios

  1. Me gustaría comprender si el título tiene alguna clase de relación con el texto. Saludos

    ResponderEliminar
  2. Esta entrada no tiee títul :) La verdad, no suelo ponerlos nunca

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares